Huancas es un distrito ubicado en la provincia de Chachapoyas en la región de Amazonas, a una altitud de 2558 msnm en el espacio geográfico denominado Andes amazónicos.
La localidad formó parte del territorio de la cultura Chachapoyas hasta su incorporación al Imperio incaico en la segunda mitad del siglo XV, cuando gobernaba el inca Tupac Yupanqui.
Luego de la incorporación, la administración inca puso en práctica en la zona el sistema de los mitimaq, trasladando poblaciones locales al Cusco e insertando poblaciones de otros grupos culturales en las aldeas de los Chachapoyas.
La tradición oral de Huancas cuenta que durante este período se asentaron en la localidad familias de la etnia wanka, provenientes de los Andes centrales, específicamente del valle del Mantaro.
Al llegar los españoles se establece una relación de cooperación con los líderes Chachapoyas que devino en la fundación de la ciudad de San Juan de la Frontera de los Chachapoyas en setiembre de 1538.
Esta ciudad, ubicada a 10 kilómetros del distrito de Huancas, se convierte en el centro de la influencia española en la región.
Huancas como distrito se crea en 1861 y se establece oficialmente como comunidad campesina en 1955.
Desde tiempo muy antiguo, el pueblo de Huancas se caracterizó por la producción de alfarería tradicional.
Los antecedentes prehispánicos de esta producción se evidencian en el uso de técnicas ancestrales, en los motivos decorativos incisos o de aplicación como así como en la permanencia de ciertas formas globulares de cántaros y jarras.
Se trata de una actividad femenina, las alfareras realizan cada una de las etapas de elaboración de las piezas, desde el recojo de la materia prima hasta la venta posterior. Ellas aprenden a modelar piezas sencillas desde pequeñas, haciendo más compleja su producción a medida que crecen.
La alfarería es, junto con la agricultura, una de las principales actividades económicas de la población. La producción se comercializa en la localidad así como en la ciudad de Chachapoyas.
La cerámica es predominantemente utilitaria, y resaltan las piezas destinadas para la cocción y consumo de alimentos, así como una gran variedad de floreros y candelabros.
Los tipos de vasijas que realizan las artesanas de Huancas dependen de su función en la elaboración de comidas.
Destacan el chocho o chochito, recipiente mediano que se utiliza para almacenar o fermentar chicha; el frasquero o jarra para guardar y servir líquidos; el cashque que se utiliza para tostar trigo o café; y la shume o huiracachana que se utiliza para derretir manteca o para freír.
Siguiendo la misma técnica se elaboran cántaros, platos, vasos y diversos elementos para servir la comida. También se crean objetos de carácter decorativo como candelabros, floreros y vasijas escultóricas.
Debido a la conservación de técnicas, insumos y diseños empleados en la elaboración de la cerámica y a su origen ancestral; por su importancia en la identidad de la población local y en la rememoración de su historia; por el alto grado de innovación y fomento a la creatividad humana expresada en la decoración de las piezas elaboradas; por el origen natural de los insumos utilizados y que no afectan el medio ambiente; por la reciprocidad que se percibe durante el proceso de elaboración de las piezas y por la gran variedad de piezas y su relación con la gastronomía local, la cerámica tradicional de Huancas ha sido reconocida como Patrimonio Cultural de la Nación.
La localidad formó parte del territorio de la cultura Chachapoyas hasta su incorporación al Imperio incaico en la segunda mitad del siglo XV, cuando gobernaba el inca Tupac Yupanqui.
Luego de la incorporación, la administración inca puso en práctica en la zona el sistema de los mitimaq, trasladando poblaciones locales al Cusco e insertando poblaciones de otros grupos culturales en las aldeas de los Chachapoyas.
La tradición oral de Huancas cuenta que durante este período se asentaron en la localidad familias de la etnia wanka, provenientes de los Andes centrales, específicamente del valle del Mantaro.
Al llegar los españoles se establece una relación de cooperación con los líderes Chachapoyas que devino en la fundación de la ciudad de San Juan de la Frontera de los Chachapoyas en setiembre de 1538.
Esta ciudad, ubicada a 10 kilómetros del distrito de Huancas, se convierte en el centro de la influencia española en la región.
Huancas como distrito se crea en 1861 y se establece oficialmente como comunidad campesina en 1955.
Desde tiempo muy antiguo, el pueblo de Huancas se caracterizó por la producción de alfarería tradicional.
Los antecedentes prehispánicos de esta producción se evidencian en el uso de técnicas ancestrales, en los motivos decorativos incisos o de aplicación como así como en la permanencia de ciertas formas globulares de cántaros y jarras.
Se trata de una actividad femenina, las alfareras realizan cada una de las etapas de elaboración de las piezas, desde el recojo de la materia prima hasta la venta posterior. Ellas aprenden a modelar piezas sencillas desde pequeñas, haciendo más compleja su producción a medida que crecen.
La alfarería es, junto con la agricultura, una de las principales actividades económicas de la población. La producción se comercializa en la localidad así como en la ciudad de Chachapoyas.
La cerámica es predominantemente utilitaria, y resaltan las piezas destinadas para la cocción y consumo de alimentos, así como una gran variedad de floreros y candelabros.
Los tipos de vasijas que realizan las artesanas de Huancas dependen de su función en la elaboración de comidas.
Destacan el chocho o chochito, recipiente mediano que se utiliza para almacenar o fermentar chicha; el frasquero o jarra para guardar y servir líquidos; el cashque que se utiliza para tostar trigo o café; y la shume o huiracachana que se utiliza para derretir manteca o para freír.
Siguiendo la misma técnica se elaboran cántaros, platos, vasos y diversos elementos para servir la comida. También se crean objetos de carácter decorativo como candelabros, floreros y vasijas escultóricas.
Debido a la conservación de técnicas, insumos y diseños empleados en la elaboración de la cerámica y a su origen ancestral; por su importancia en la identidad de la población local y en la rememoración de su historia; por el alto grado de innovación y fomento a la creatividad humana expresada en la decoración de las piezas elaboradas; por el origen natural de los insumos utilizados y que no afectan el medio ambiente; por la reciprocidad que se percibe durante el proceso de elaboración de las piezas y por la gran variedad de piezas y su relación con la gastronomía local, la cerámica tradicional de Huancas ha sido reconocida como Patrimonio Cultural de la Nación.
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